La tos es un acto reflejo de defensa, destinado a eliminar de las vías respiratorias los cuerpos extraños que penetran en ellas o las mucosidades que allí se forman o llegan. Este acto reflejo se inicia por una irritación de la mucosa de las vías respiratorias, y tiene un centro especial en el bulbo raquídeo que lo dirige.
La tos se inicia con un cierre de la glotis (espacio que dejan entre sí las cuerdas vocales) y un estrechamiento del istmo de las fauces (comunicación entre la boca y la faringe).
¿Que la Causa?
Se le produce así un obstáculo a la salida del aire, lo que aumenta su presión y distiende la tráquea. Bruscamente se abre la glotis y el aire sale ruidosamente, favoreciendo la expulsión del causante de la tos. La tos puede ser también voluntaria, cuando se desea expulsar alguna mucosidad o cuerpo extraño que molesta. En general hay varias espiraciones bruscas, una después de otra.
Aunque generalmente el origen del reflejo de la tos es la mucosa de la laringe, la tráquea o los bronquios, a veces puede originarse por irritación de la pleura, o de la faringe, y en raras ocasiones se halla en afecciones de otras partes del cuerpo: estómago, órganos pelvianos de la mujer, etc. La tos es un síntoma muy frecuente que se halla en casi todas las enfermedades del aparato respiratorio.
Hay muchas variedades de tos.
Según que se acompañe de expulsión de secreciones o no, recibe el nombre de tos húmeda o seca.
1. Tos quintosa es la que se ve en la tos convulsa y que se describe bajo esa enfermedad.
2. Tos coqueluchoidea es la parecida a la tos convulsa.
3. Tos emetizante es la que provoca vómitos, hecho frecuente en la tos convulsa y en la tuberculosis.
Según su timbre difieren algunas toses: Es sonora en la tos convulsa, velada o apagada en el crup, ronca en la laringitis aguda. La frecuencia de la tos depende del grado de inflamación de las mucosas respiratorias, de la cantidad de expectoración que se forma y de la mayor o menor sensibilidad del enfermo.